Un nombre adecuado para una empresa o negocio, propicia el surgimiento de situaciones armoniosas con los propósitos comerciales, ayudando también a que la empresa brinde servicios adecuados, venda productos exitosos y se rodee de colaboradores compenetrados con esa específica vibración.
Las personas que han decidido realizar una importante inversión y necesitan disponer de un nombre adecuado para sus empresas o productos comerciales, generalmente no están dispuestas a perder tiempo ni dinero. Por lo tanto, estas personas necesitan generar una buena impresión al público desde el primer día que comiencen a operar su negocio.
Los nombres más que etiquetas de identificación, son energías vibratorias que emanan impresiones, imágenes e influencias asociadas a las características energéticas de su equivalencia numérica.
Así como el nombre representa la “personalidad” del negocio, la fecha en que se constituye legal y oficialmente (nace) una empresa, representa su fecha de nacimiento y caracteriza su Destino, el cual define su objetivo o la razón de ser, las funciones que cumplirá o los servicios que prestará, las oportunidades que tendrá y los desafíos que enfrentará dicha empresa para lograr su cometido.
Si una empresa es creada, fundada, para un fin específico, pero es constituída durante una fecha que no vibre armoniosamente con tal propósito, se estaría propiciando una situación adversa, puesto que la energía de la fecha de su creación entraría en conflicto con las pretensiones de sus creadores.
Es esencial que haya una total integración numerológica entre los propósitos comerciales y la fecha de constitución legal.
Pero lo más importante aún es que exista una armoniosa concordancia entre los dígitos emanados de la fecha de constitución de la empresa y su nombre (personalidad)
El emplazamiento físico de la empresa también es imprescindible para lograr el éxito al que se apunta, pues la influencia de energías no compatibles entre sí podría entorpecer el flujo de la vitalidad comercial.
También se toma en cuenta si será un lugar que recibirá la visita asidua de potenciales compradores, o si es en donde se fabrican determinados productos y no hay venta al público.
El ramo comercial elegido debe vibrar armoniosamente con las energías correspondientes a esa particular ubicación geográfica.
Todo debe fluir armoniosamente y para el bien de todos.
No hay que olvidar que la dimensión de los deseos bien enfocados, proyectarán la grandeza de lo que se desee lograr.